Y la Caja Mágica se vino abajo

Masa de gente bailonga con The Zombie Kids

Miles de personas estaba esperando ese día, que finalmente llegó. El 1 de enero el barrio de Villaverde ser llenó de gente con un único fin, disfrutar al máximo de Space of Sound Festival. Gran cantidad de artistas darían a los asistentes más de 12 horas de música sin interrupción.


A las 5 ya estábamos allí, y toda la zona aledaña al recinto estaba llena de gente, los coches abiertos con la música a tope, calentando motores para pegarse la primera fiesta del año. A eso de las 9 entramos al recinto. Había que andar muchísimo por dentro del recinto hasta conseguir llegar a la puerta principal y empezar a escuchar la música que estaba sonando. Aún así, había poca cola para entrar por lo que no hubo atascos ni problemas. Nos dirigimos directamente al estadio 2 a ver a Dubfire. La sala estaba a reventar de gente, no cabía nadie. Pero era lógico, ya que Dubfire era uno de los reclamos para llenar SPS Festival. Buena música sonó de sus platos, que hizo vibrar a la gente de manera espectacular.

Zombie Nation

En cuanto terminó, no fuimos corriendo al Estadio 3 a ver a otro de los pesos pesados de esta edición. Zombie Nation comenzaba una sesión bastante contundente, que, aunque esta vez no fue live!, no dejó indiferente a nadie, ya que la sala empezó medio vacía, y cuando terminó estaba a tope. Toda la sesión esperando hasta que finalmente pinchó su temazo estrella, coreado por toda la sala al unísono: Kernkraft 400. Aquí podéis verlo:

Una vez cerró la sesión, le tocó el turno a Chris Liebing. Estuvimos un rato viéndolo, pero luego fuimos a ver a Armin Van Buurem. Gran sesión se marcó el que dicen que es el mejor DJ del mundo (cosa que no comparto), y que mantuvo a toda la gente saltando y bailando sin parar.

Seguidamente volvimos al Estadio 3 para ver al enorme Umek. ¡Vaya Zapatilla que pinchó el colega! Sus loops y los bajos que retumbaban en toda la sala hacía vibrar al público de tal manera que algunos se agobiaban sintiendo el BUM BUM en el pecho.

Y llegó la hora de los Zombie Kids, en el mismo escenario. Lleno completo, aforo máximo, o incluso sobrepasado, porque no era normal la de gente que había ahí, tanto a pie de pista como en las gradas que bordeaban la sala entera. No cabía nadie, llegando a ser a veces hasta incómodo. Pero esto es algo común en los festivales, y es lo que los hace únicos. Desde el primer momento la gente se volvió loquísima. Hicieron sonar su famoso Face, ademá de otros temazo como Levels de Avicii o el Riverside de Sideny Samson entre otros. También metieron un temita de Dubstep, Bass Canon de Flux Pavilion, aunque se echaron de menos algunos temas más de este estilo musical. Fue una sesión muy parecida a la que suelen pinchar todos los miércoles en Zombie Club, pero que hizo enloquecer a todo el mundo durante hora y media.

Una vez terminaron, comenzó Miguel Mendonza, pero nosotros tuvimos que abandonar el recinto por cansancio, ya que un servidor también había salido de fiesta la noche del 31.

Como resumen de la edición de este año, decir que el nuevo recinto es increíble. El hecho de que haya 4 salas enormes, casi del mismo tamaño, permite dosificar mucho mejor la afluencia de gente. Por favor, haced el Klubbers' Day también en la Caja Mágica. Otro aspecto destacable fue el sonido, bastante bueno en comparación  con otros años y otros festivales. Apenas hubo distorsiones, menos en Zombie Kids, que no se que hacen que ponen el volumen demasiado alto que pueden llegar a dolerte los oídos. Aún así, al día siguiente no tenía ese pitido en los oídos que se suele tener después de un festival de estas características.

¡El año que viene volvemos!


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